PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Por

Mario Góngora H.

Quizá podamos hacer muchas cosas al mismo tiempo pero no podemos pensar fijamente en más de una cosa a la vez, salvo contadas excepciones.

Si nuestra mente está ocupada con pensamientos pesimistas, no podemos pensar en nada optimista. Uno u otro pensamiento tienen que dominar. Y si queremos al menos intentar un propósito bueno para el siguiente año, y cumplirlo para nuestro  bienestar, tenemos que pensar lo bueno a fin de eliminar  lo malo de nuestra mente.

El cerebro no hace los pensamientos, pero sí dirige y analiza las impresiones, las emociones y los sentimientos. No saldrá algo del cerebro  sino lo que ha entrado en él y la forma en que percibimos toda la información; y no puede salir nada bueno de un cerebro que solo se nutre de pensamientos pesimistas.

¿Qué pretendemos lograr el año entrante? Si confiamos absolutamente en nuestra capacidad, seremos prácticamente invencibles para lograr nuestros propósitos. Si nos dejamos conquistar por el miedo, las dudas de nuestra capacidad, seremos débiles y miserables.

Podremos  hacer reales nuestros propósitos de año nuevo si logramos domar nuestro carácter, el cual es la fisonomía del alma. Se dice que el heroísmo no es más que la obediencia a un secreto impulso del carácter individual. ¿Nos conformaremos con ver el mundo desde donde nos encontramos en un valle rodeado de montañas, o subiremos al pico más alto para conocer el mundo y ver el universo?

Para lograr nuestros propósitos de año nuevo, necesitamos comprender que el mundo no es sino la base material,  y su campo de acción es para el hombre de carácter, la medida natural de su resistencia a las circunstancias.

El carácter es la suma de nuestras cualidades mentales y de nuestras inclinaciones morales; es algo así como el retrato del alma; y todos los días vemos políticos que no son sino apariencias, pero esto no significa que no existan hombres o mujeres verdaderamente grandes. Y aunque todos tenemos limitaciones, algunas espirituales y otras materiales, podemos llegar a la altura que nos propongamos si involucramos nuestra voluntad y nuestro entusiasmo.  ¿Cómo podemos utilizar mejor los dones y talentos que nos han sido otorgados?

Nuestra fuerza nace de nuestra debilidad; el esfuerzo se desarrolla a costa de dificultades y derrotas.

Todos tenemos nuestro lugar en la sociedad, y como tenemos un lugar en ella, tenemos mucho que aportar. Que nuestros propósitos de año nuevo contemplen incluir la paz que abre campo a las manifestaciones más nobles del alma.