PRINCIPIOS Y VALORES
(Chairos y OVNIS)
Por
Mario Góngora Hernández
Los principios son verdades fundamentales que tienen una aplicación y una aceptación universal. Son guías para la conducta humana que se han probado como perdurables y permanentes. Los principios son verdades eternas.
Los valores son cambiantes según la persona. Son realidades subjetivas, Los valores son cualidades que en forma estructural y circunstancial , conservan , mejoran y perfeccionan la vida del hombre y de la mujer.
El alimento, el agua, el descanso, el ejercicio, el trabajo, son valores circunstanciales. La convivencia, la enseñanza, la estima, la información, los buenos consejos, mejoran nuestra calidad de vida. La belleza, la verdad, el amor, la ternura…nos llevan a la perfección de lo humano.
Los valores aparecen como tales cuando son percibidos por el “corazón” humano (por su mente inconsciente), más que por su mente consciente o por la razón. Los valores son captados por la intuición o la sensibilidad humana. Para que exista un valor en nosotros, tenemos en cierta forma que darle vida nosotros mismos. Existen como cualidades estructurales. Pero existen obviamente valores negativos y peligrosos. Los narcos, los extorsionadores tienen muy bien definidos sus valores personales y de partido
Los chairos valoran la igualdad en la pobreza y ahora quieren que un niño que estudió reparta su “10” con el que no estudió. El niño aplicado ya no se esforzará nunca más y será un ciudadano más muy “bueno y sabio” pero en una total ignorancia. Todo basado en los valores comunistas.
En los últimos días se ha desatado un debate sobre si existen los OVNIS, sobre si las momias de Nazca son auténticas o no. Sobre si Maussan tiene razón o no. Sobre si creemos lo que nos dice o no.
Ver para creer. Los que hemos visto creemos. Los que no, pues siguen adivinando. Algunas sectas nos dicen que los no humanos y los ovnis son “ángeles caídos” y nos vienen a comer basados en sus creencias sin base. (Crudos o cocinados, pregunto)
Tenemos que tener extremo cuidado con los dogmas, que son cosas en las que debemos creer aunque sean mentiras.