LA CORRUPCIÓN

                                                          LACORRUPCIÓN

Por Mario Góngora H.

La corrupción está formada por el conjunto de las violaciones a los valores, a las costumbres, a las creencias y a las normas de una persona o de una sociedad . Y así, encontramos personas, principalmente gobernantes como Obrador, y autoridades que piensan que pueden tener todo lo que deseen a expensas de los demás, y que no aceptan las sencillas reglas que determinan lo que es ajeno o lo que es propio.

Es cierto que la mayoría de las personas alejadas de la espiritualidad, dependientes del apego a todo lo material y al poder, especialmente a un enorme ego, tienen la ambición de hacer fortuna, porque se encuentran atrapados dentro de uno de los principales paradigmas actuales de nuestra civilización que es hacer fortuna, pensando que acumulando riqueza es parte del éxito por el que se es juzgado por la sociedad.

Aparte de aquel funcionario público o empresario que tiene riquezas mal habidas, un rico que logró serlo por su trabajo honrado, siempre representa algo aparte de su dinero. Normalmente representa un trabajo intenso, inteligente y constante, así como el ahorro y la capacidad única para manejar un negocio. El hombre, ya sea buen funcionario o empresario, aprecia el verdadero valor del dinero y de la propiedad pública y privada, así como sabe apreciar el valor del carácter, de su trabajo y del auto control.

Cuando no se respetan los principios de la moralidad, la propiedad pública y privada se reparten sin equidad y frecuentemente cae en malas manos. Caso específico, el despojo de sus tierras a los indígenas Tarahumara por conocidos políticos.

El sistema capitalista, con todos sus defectos y a pesar de algunos capitalistas abusones, codiciosos, explotadores y ladrones, es en realidad el menos malo. No se trata de destruirlo como sugirió Evo Morales ante las Naciones Unidas hace unos días, pues entonces, ¿quién producirá los bienes necesarios? ¿Quién proveerá los trabajos en las múltiples empresas? ¿El Estado? Los ejemplos de Corea del Norte, Cuba y la misma Venezuela nos dan la respuesta. Y si nos remontamos al primer país gobernado por socialistas a fines del siglo antepasado y principios del pasado (1901), el Partido Laborista de Australia fue un rotundo fracaso.

Toda forma de sociedad debe tener una estructura económica; y una nueva vida económica no se puede improvisar de la noche a la mañana, sobre todo sin leyes que en verdad se apliquen para abolir la corrupción, la inmoralidad.

Rompen el principio de la moralidad la creación de leyes multiformes tendientes a la supresión del individuo. Y así, la nación no podrá perdurar mucho más tiempo como actualmente se encuentra mientras no se le asegure a la población no únicamente la posesión de lo que es suyo, sino la existencia de una verdadera justicia menos apegada a leyes ilógicas. Mientras los seguidores del principio de corrupción sigan con sus desplantes de prepotencia e impunidad, creyendo que hacen tonta a toda la ciudadanía y mientras piensen que tienen derecho al despilfarro y al robo de la nación, el país no tendrá el progreso que  merece.