Por Mario Góngora H.
Algunos de los pasos para tener pensamientos agradables la mayor parte del tiempo no deben caer de sorpresa para nadie. Lo que proponemos es más bien, una especie de recordatorio de algo que todos podemos hacer.
Quizá debamos iniciar con tener gratitud. Cuando la tenemos, ésta abre nuestro corazón y dirige nuestra energía hacia los que amamos y hacia lo que nos provoca bienestar y alegría. Es una forma de dar y recibir. Lo más que valoremos y nos sintamos agradecidos de algo o de alguien, lo más que encontraremos cosas de las que debemos estar agradecidos. Lo que más apreciamos, se aprecia más.
Algo que también debemos considerar es el suspender formarnos un juicio de todo y de todos. Cuando nos juzgamos a nosotros mismos y a otros, deterioramos nuestra energía y nos apartamos del amor y de la alegría. Contar con una opinión no es lo mismos que juzgar. Es obligatorio asegurarnos que conocemos la verdad de la persona o de la situación. Lo que juzgamos de otra persona, puede muy bien significar que es precisamente lo que juzgamos de nosotros mismos. Regularmente juzgamos sin tener toda la realidad.
Entre más nos aceptemos a nosotros mismos, menos nos juzgaremos, así como tampoco juzgaremos a los demás. Esto no significa que tengamos que tolerar situaciones incómodas, sino nos permite seguir por nuestro camino sin ser mortificados por los demás.
Otro paso para llegar a la felicidad más fácil es tener confianza. Esto nos lleva hacia resultados positivos sin mucho esfuerzo. Tener confianza en nosotros mismos es el primer paso. Confiemos en las puertas que se nos cierran y también en las que se nos abren. Cuando dejamos de intentar controlarlo todo, y nos dejamos ser llevados por el río de la confianza, empezamos a encontrar cuál es nuestro propósito en la vida.
En algunos cursos de “inteligencia emocional” se maneja el controlar y cambiar nuestras emociones, y esto es bueno, pero primero, antes de cambiar algo, es importante escuchar y ver qué es lo que cada emoción nos trata de comunicar. Sin son cosas negativas, es mejor dejar salir los sentimientos o simplemente cambiar la forma en que nos sentimos respecto a ellas, en lugar de negarlas, reprimirlas, o enjuiciarlas.
La meditación es otro instrumento para ser felices. Tiene muchos beneficios mentales, emocionales y sobre todo espirituales. Nos otorga calma alejándonos de estados mentales negativos, dejando atrás estrés y atrayendo, en ocasiones, la inspiración divina, la intuición, fortaleciendo los campos energéticos y nos permite encontrarnos con nosotros mismos mucho más fácil.
En el siguiente artículo, continuaremos con algunas ideas de cómo podemos llegar más fácil a la felicidad, a tener pensamientos agradables la mayor parte del tiempo.
