Por
Mario Góngora H.
Éxito político es al realización de todo trabajo prometido y comprometido en beneficio no solamente propio, como muchos políticos piensan, sino de los demás; es el desarrollo del carácter, del talento y de muchas habilidades, donde por cierto, no está contemplada la omnipotencia.
Éxito político es algo mas que una prosperidad material para el pueblo del cual es responsable el político, y es mucho más que eso para el mismo político. Es cierto, el acumulamiento de riquezas es a veces el resultado del éxito, pero solo del financiero, el cual por supuesto que no hay que despreciar, pero tampoco puede estimarse como el mayor éxito apetecible.
Si el éxito político fuera computable en el sentido pecuniario (dinero en efectivo) únicamente, pocos serían los que lo alcanzaran. Es totalmente deplorable que la tendencia sea señalar a los políticos que han alcanzado puestos distinguidos en la política como ejemplo de un notable éxito. Es solo el carácter de esos hombres así como su trabajo e influencia lo que verdaderamente constituye su éxito. En nuestro caso local, solo vemos una notable influencia en los que les temen, los que los siguen a ver cuántas migajas alcanzan; y en los que le son fieles para conservar sus puestos. Prueba fehaciente fue que el informe del gobernador, en este caso, fuera a puerta cerrada, obviamente para evitar las rechiflas que ya se habían convertido en algo cotidiano; evitando la entrada al recinto a los personajes del mundo empresarial, del cual también ha recibido juicios no muy positivos.
El gastar nuestras energías y recursos económicos en empresas que han perjudicado a la ciudadanía, no es alcanzar el éxito, aunque los resultados se anuncien magníficos. En seis meses nos tenemos a acostumbrar a las incoveniencias de sus camioncitos; en una año más (¡otro más!) se acabará la inseguridad o nos terminaremos de acostumbrar a ella, supone. ¿Cuánto lleva diciéndonos lo mismo?.
Conquistar y realizar fines nobles, a pesar de las dificultades, ( no del dinero, que de ese parece que hay mucho) es éxito. Éxito político es entonces, el comprender y ver la vida como una oportunidad que se nos brinda para consagrarnos a nuestro propio engrandecimiento, pero primordialmente en hacer algo por los demás.
Muchos políticos ya saben, ya han aprendido de la peor manera que ni el dinero, ni el poder, ni la posición social les han brindado realmente la felicidad. Ésta no puede ser del tramposo, del codicioso, del impune, ni del que ve a los demás como insectos inexistentes.
Mi receta para el éxito político sería: en la adversidad, el espíritu que no se doblega y el valor, sin el cinismo que caracteriza a muchos políticos. La perseverancia, sin esa inútil compasión por sí mismo. La fe, sin fanatismo. La esperanza sin ilusiones vanas. El alma no desgastada por las tribulaciones. La gratitud por lo poco o lo mucho que se logre. Devoción por los sectores humildes; y lo más importante, apartarse de los vicios, de la malicia, de la envidia, de los resentimientos y de la mezquindad.
