TODO ES POSIBLE

TODO ES POSIBLE

Por

Mario Góngora H.

Para una inmensa mayoría, incluyendo gobernantes, amigos y hasta jefes, muchas de nuestras ideas, o son “tontas”, o imposibles, demasiado difíciles de lograr, o sin lógica. Y esta mentalidad ha existido desde que se tuvo conciencia de la ciencia.

A Adolfo Hitler se le negó el ingreso a la Academia de arte de Viena, aun teniendo talento, dejando un abierto un negro destino para la humanidad. Al gran compositor Giuseppe Fortunino Francesco Verdi se le negó la entrada al Conservatorio de Milán porque le faltaba talento musical. Al anatomista Henry Gray, lo reprobaron en anatomía varias veces. A Benjamín Franklin se le pusieron todos los obstáculos para abrir un nuevo periódico porque “ya había uno” en Nueva York. Fue todo un logro que se iniciaran los ferrocarriles en los Estados Unidos porque “podrían asustar a los caballos” Muchos de los grandes inventos de Nikola Tesla se decía que eran brujería. En su inicio, el petróleo no tenía uso. Y como estos, existen infinidad de  ejemplos.

Cada obstáculo, cada problema, cada dificultad que vencemos nos da una herramienta o una arma más; nos da fuerza y crecimiento. Todo es posible si tenemos una entrega total personal y absoluta para lograr nuestro objetivo. Pero debemos contar, además del deseo de lograr y tener, disposición para trabajar aun sacrificando tiempo y descanso. Se necesita contar con energía, paciencia y sobre todo perseverancia.

¿Queremos verificar que todo es posible? Lo primero que necesitamos es desprendernos de donde estamos y empezar a caminar. Nadie, ni nosotros mismos sabemos a dónde llegaremos, ni en qué día, ni a qué horas si no iniciamos nuestro andar en este mismo momento.

Es obvio que no podemos conseguir todas las cosas materiales en el instante que las queremos, pero lo que sí es seguro, es que las hemos de tener si perseveramos. Ahora bien, si nuestra mejor entrega no nos trae satisfacción, quizá debamos iniciar algo nuevo. Para lograr el éxito, necesitamos hacer los que nos gusta. Mientras nosotros fracasamos, por ejemplo, otros más esforzados, dedicados y entregados están logrando éxitos que pudiéramos catalogar de notables.

Se dice que en un mundo donde nada es seguro, todo es posible. Nadie ofrece algo a cambio de nada, y nadie nos garantiza que vayamos a alcanzar el éxito, sino nosotros mismos.

También se ha dicho que no hay peor fracaso que el de no volver a levantarnos después de caernos. Todo es posible si en serio lo queremos. Recordemos que todo lo que llamamos fracaso es solo aprendizaje de cómo no debemos hacer las cosas, y que fueron solo errores temporales. Si todo nos saliera bien y fuéramos perfectos, no existirían las teclas para borrar textos o datos  en la computadora. Borremos todo aquello que consideremos fracaso y probemos de nuevo, y solo así descubriremos que efectivamente, todo es posible si tenemos ilusiones, fe, valentía y entrega.