SACANDO EL SOL EN UN DÍA NUBLADO
Por
Mario Góngora Hernández
“Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.” Rabindranath Tagore (1861-1941)
El ser optimistas no es solo un elemento importante para tener éxito y principalmente para ser felices, sino algo esencial para iniciar y terminar toda empresa importante. Es un factor absolutamente vital en nuestra existencia. Las habilidades en realidad sí importan en el éxito de nuestros proyectos, pero casi no valen si no las juntamos con el optimismo.
La mejor ciencia y el mejor arte es la de saber cómo hacer salir el sol y la alegría en un día nublado, triste y gris. A pesar de lo que muchos dicen y auguran, ya muchos de nosotros estamos cansados de políticos y del materialismo que representan.
Por lógica, puesto que la población de mundo sigue creciendo casi exponencialmente a pesar de guerras y enfermedades, y el vicio, la corrupción y la adoración del dios dinero estén aumentando, ¿no sería posible que también lo estén las virtudes, y todo lo bueno?
La lógica también nos lleva a concluir que el mundo será mañana un mejor lugar para vivir, aún mejor de lo que es hoy. Es obvio que los seres humanos recibimos más en la medida que sepamos agradecer lo que recibimos. Y recibimos más entre más demos o aportemos.
Para sacar el sol en los días más nublados tenemos que ver, a pesar de todo, el porvenir con alegría. Pocos podrán avanzar si no poseen un espíritu entusiasta. Ni siquiera son las experiencias pasadas exitosas las que nos brindan inspiración, sino la mera posibilidad que las cosas se den. En realidad nos motivan y nos impulsan más las grandes posibilidades que las pequeñas certidumbres basadas en el pasado.
La fe en el futuro no es una cosa pasiva. No se trata de solamente orar de rodillas, ni esperar milagros.Es entregarnos a la acción de acuerdo a nuestros ideales aunque todo el mundo se oponga.
La ventana para dejar entrar el sol está abierta para todos. A pesar de que el hombre en general viva sumergido en el materialismo, en su interior desea el cambio que se encuentra en sus ideales, y en sus convicciones.
Teniendo esperanza, se obtiene una fuerza tremenda al estar convencidos de que logaremos nuestras moderadas ambiciones; de que nuestros sueños se convertirán en una realidad.
Cuando el sol sale para nuestros sueños y ambiciones, no importa lo que suceda, hemos de ser felices. Y efectivamente pocas cosas nos generan tanto bien como mantener la actitud entusiasta y llena de confianza, de aquel que espera y busca lo mejor.
Cuando las cosas no nos salen del todo bien, siempre habrá una esperanza….y habrá una solución….
