CÓMO SEREMOS MEDIDOS
Por
Mario Góngora Hernández
Cuando empieza nuestra vida, dependemos de alguien para nuestra subsistencia, y de tal modo nos acostumbramos a apoyarnos en algo o alguien a tal grado, que cuando llegamos a adultos, gobiernos paternalistas, populistas y demagogos, prefieren mantener a los ciudadanos dependientes para que se abracen hasta de los postes de alumbrado para sostenerse.
Son pocos los que se libran de este mal hábito de depender para todo de los demás, y de hecho, es una característica muy humana buscar una dependencia y un caudillaje sin trabajar. Dicho hábito, destruye la iniciativa del “pueblo sabio” pero pobre. Si el barco en que todos navegamos llega a hundirse, dicho grupo de “sabios” es incapaz de salvarse solo.
Dependiendo de lo que trae cada uno dentro, muchos ciudadanos son como los tapones de corcho en una botella de champagne. Unos saltan para arriba si no se les restringe y otros hay que sacarlos con el sacacorchos.
El hombre es medido por sus hechos y desempeño y no por sus abundantes promesas y proyectos. Es doblemente difícil ayudar a quienes no se ayudan a sí mismos, por así convenir al populismo. Solo podemos valer haciéndonos valer.
El valor que cada persona le da a su vida, es el punto de partida para una verdadera transformación. Cada uno debe conocer su mérito real como persona, porque es lo que le da valor y confianza. Así seremos medidos.
Ser patriota significa tener menos flojera, menos apatía, menos envidia, menos avaricia y codicia, menos vicios, menos mala fe, y sí tener más más solidaridad, más energía, más amor y dedicación al trabajo; más conciencia de nuestras obligaciones y derechos, más disciplina, más lealtad y más sentido común.
Afirman las Escrituras: “Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá”. Y así, mientras el ‘iluminado’ ha juzgado, así está siendo ya juzgado por el ‘pueblo sabio’
Ya se observa cómo la balanza aplicada a las personas que viven en la mentira, en la vanidad y la soberbia creyéndose sabios, redentores, salvadores y puros, se está inclinando.