LA EDAD ES ATRIBUTO DEL ALMA

LA EDAD ES ATRIBUTO DEL ALMA

Por

Mario Góngora Hernández

Los años deben traernos sabiduría y mayor salud, no decrepitud y no importa qué tan viejos somos, sino lo importante es qué clase de viejos somos.

La diferencia entre la juventud y la vejez es nuestra actitud mental hacia la vida con sus alegrías, sus penas, sus cuidados y sus responsabilidades. Es conocido que viven  más años los que mantienen su interés en vivir, que los que deciden abandonar su curiosidad y sobre todo su entusiasmo y sentido común.

Con los años, sufrimos o gozamos cambios en nuestro cuerpo, en nuestra mente y hasta en nuestra alma. La vejez no es cuestión de años sino de qué tanto nos lamentamos o nos quejamos de todo.

Existe la vieja historia del Maestro Louis Agassiz de Harvard a quien sus alumnos lo estimaban como a otro joven, porque a sus 80 años seguía siendo un estudiante y espiritualmente era más joven que ellos.

Con los años aprendemos  muchas cosas, pero la salud por ejemplo, hay que buscarla en los misterios de la voluntad, la inteligencia y los sentimientos, no tanto en las emociones; y no solamente en los órganos humanos. Algunas creencias de salud basadas únicamente en las leyes físicas, involucrarán solamente algo de prudencia.

La falta de dominio sobre uno mismo, como odio, resentimientos, envidia, estrés, ansiedad, baja autoestima, etc., es una de las principales causas de enfermedad.

Ningún pensamiento, ningún acto de voluntad o expresión de la mente, se verifica sin un cambio en nuestro cerebro, y por consiguiente en todo nuestro cuerpo. De  manera que la mente y el cuerpo están en un curso constante de acción y reacción  mutua, mientras nos dura la vida.

Cuando aprendemos a dar un descanso completo a nuestro cuerpo y a nuestro espíritu, adquirimos tranquilidad  y nuestras energías se renuevan. Todo ser humano tiene lo suficiente para conservarse bien, solamente con no infringir los siguientes mandamientos: moderación, regularidad, trabajo, esparcimiento, ejercicio, reposo, sol, aire, limpieza, así como la correcta alimentación, sin olvidar que la calidad de vida está en la calidad de movimiento. La muerte puede, hasta cierto punto, retrasarse previniendo enfermedades, llevando una vida moderada,

Para  estar saludables en la “vejez” cada quien tiene que aplicar sus propias reglas. Lo que para unos es alimento, es veneno para otros y no se puede aplicar la misma receta para todos. Uno de las más grandes lecciones de la salud es “nunca comer a llenarse” y la experiencia personal es lo mejor, pues pronto encontramos que todos los sistemas dietéticos y recomendaciones son más o menos equivocados. La cosa  es no tratar de engañarse por satisfacer apetitos. Muchos acortan la vida por darle gusto al paladar. Y la edad depende pues, de nuestras creencias, de nuestro control y de nuestro pensamiento.

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