LA NAVIDAD

LA NAVIDAD

Por

Mario Góngora H.

Todos los sistemas de gobierno totalitarios han pretendido abolir la Navidad. Fidel Castro lo hizo en Cuba; en Corea del Norte, se festeja la familia del dictador; los países musulmanes la prohíben, los budistas también y así existe un afán definido de luchar contra la misma. Y el dictador mexicano, AMLO quiere iniciarse acabando con los “Nacimientos”…….

Sólo existe una verdad, parte de la cual está siendo descubierta por los científicos, así como otra parte por los teólogos; y esta gesta por la verdad, ya sea a través de la ciencia o la religión, invariablemente nos lleva a Dios.

A veces necesitamos estar alejados de las luces de la ciudad para darnos cuenta del maravilloso espectáculo de nuestra Vía Láctea. Solamente nos bastan unos minutos a solas ante el magnífico espectáculo de las Barrancas del Cobre para darnos cuenta que “algo”, o “alguien” tuvo que participar en tan fabulosa creación.

La Navidad es parte fundamental de nuestras creencias. Su esencia ha perdurado a pesar de todo. Pueblos la han prohibido, algunos canales de televisión hacen burla de la creación, y a últimas fechas, ponen en duda la veracidad del nacimiento de Jesucristo, ya no digamos de Su vida.

El solo hecho de estar aquí ya debe maravillarnos. El hombre, dentro del colosal cosmos, con sus pequeñeces, con sus pensamientos, sufrimientos y sentimientos a veces se pregunta el por qué está aquí. En ocasiones podemos preguntarnos por qué el hombre, sin consecuencia aparente, vive en este planeta. No somos ni un pequeño grano de arena en lo vasto de la inmensidad, ya no digamos del universo entero, sino de nuestra galaxia.

Para los seres pensantes queda claro que la ciencia y la religión son meramente dos aspectos del mismo noble esfuerzo de entender la creación y de encontrar el camino a la Verdad y a Dios.

La Natividad nos sirve para entender que la revolución científica  iniciada, entre otros por Copérnico, ha tenido un efecto de minimización del ser humano. Marginar al hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, se convierte en algo así como marginar al mismo Dios, aunque no fuera la intención original  de los que al principio investigaban la naturaleza en una forma científica. En realidad la Navidad nos refuerza nuestro conocimiento y entendimiento de que el orden racional de la naturaleza, derivado del Creador, se manifiesta en leyes bien definidas, incluyendo el orden del caos en el cosmos.

La Navidad nos hace reflexionar y entender mejor a Dios. No existe fecha tan importante en la historia de la humanidad como lo es la Natividad. Disfrutémosla en nuestro interior y en nuestro exterior. Vale la pena.

En la Navidad se celebra el nacimiento de Jesucristo, y no, la Navidad NO está en las estrellas como alegan los chairos.