LA NATIVIDAD

LA NATIVIDAD

Por

Mario Góngora H.

Cuando uno lee el evangelio de San Lucas en relación al nacimiento de Jesucristo, y comparándolo con todo lo que siguió a dicho evento, podemos comprender lo ilimitado del mismo en el aniversario 2023 de su nacimiento que celebramos este 25 de diciembre.

Los eventos más cruciales o importantes de la Navidad son teológicos en su naturaleza, pues nos revelan verdades espirituales como son la fe, la gracia, la redención, la salvación, la eternidad, en pocas palabras el Reino de Dios.

La influencia de la Navidad en las culturas, en las sociedades del mundo, en la forma en que debemos conducir nuestras vidas, ha sido primordial.  La historia nos dice que la humanidad ha sido testigo de muchas revoluciones, las cuales han afectado o cambiado la vida de las personas en lo relacionado al funcionamiento de la sociedad.  Las revoluciones han sido de diferentes clases: políticas, económicas y tecnológicas.  Para bien o para mal, dichas revoluciones han traído cambios importantes. Sin embargo, si hacemos un análisis del impacto de todas y cada una de las revoluciones que el mundo ha tenido, la más importante, impactante y perdurable es la que se dio con el nacimiento de Jesucristo.

La revolución que se dio a raíz de Su nacimiento, no fue, como la teología de la liberación y los enemigos de la Iglesia afirman, una revolución externa, armada.   No fue una revolución superficial, no fue sobre agitación  política para derrocar persona o gobierno, sino fue una revolución interna, una revolución sobre fundamentos, de mentes, de corazones, de espíritu.  Una revolución que cambiaría la forma en que las personas se perciben a sí mismas como seres inteligentes y pensantes en lo referente a su relación con Dios, con el mundo y con las demás personas.

Así, el cristianismo creció y maduró a través de los años, de los siglos, generando cambios en nuestra civilización y en nuestra cultura, de la cual pasó a formar parte.  La venida de Jesucristo encaminó al ser humano hacia un nuevo sendero, el de poder ver o sentir a Dios como un Dios muy accesible, preocupado no nada más de un universo, sino de cada persona en lo individual, Padre de la humanidad, y de todo lo demás.  Nunca olvidemos que el “Grinch” de las navidades en el mundo siempre han sido las dictaduras de izquierda y sus seguidores.

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