TRABAJO Y JUEGO
Por
Mario Góngora H.
Pienso que es correcto pensar que trabajar y jugar deberían ser la misma cosa.
Para que seamos realmente productivos y fructíferos necesitamos hacer del trabajo una diversión, un placer. Los niños prácticamente nunca se cansan de jugar, a veces imitando el trabajo de sus mayores, pero tan pronto llegan a ser adultos, y después de escuchar repetitivamente a sus padres o amigos hablar negativamente del trabajo, encontramos que ya no les gusta lo que hacen, ya no les divierte. En cada movimiento que hacen, bostezan, ven reloj y hacen como que trabajan. De hecho hacen menos que cuando eran niños.
La diferencia de fondo está en que cuando jugamos es porque queremos hacerlo, pero cuando trabajamos, lo hacemos porque tenemos que hacerlo. Cuando jugamos a algo que nos gusta, obtenemos el gratificante pago de la satisfacción, y nuestro corazón así lo percibe y lo registra, y cuando trabajamos por solamente la necesidad de comer, es solo dinero lo que recibimos.
Conforme pasa el tiempo, vamos olvidando la enorme satisfacción de disfrutar hacer lo que nos gusta, la de ver el trabajo como un juego, no para ir a jugar ahí, sino que nos parezca tan divertido que aún lo haríamos sin pago alguno. Sé que esto es difícil de digerir, pero es cierto. De chicos nos podía gustar a hacer casas, a ser pilotos, a hacer algo de carpintería, y cuando grandes, olvidamos todo eso. A la vez que trabajamos, necesitamos todavía seguir estudiando por nuestra cuenta, a pensar con lógica y con sentido común.
La vejez, la senilidad, no puede apoderarse del hombre que siempre se encuentra ocupado haciendo algo que le gusta….hasta el momento que abandona por completo el trabajo. Aquel que piensa que ya retirado tendrá toda una vida de fiesta, descanso e inactividad ha firmado su sentencia de muerte.
Lo que hace al ser humano son sus acciones y por ende, su trabajo tiene por necesidad que constituir su vida. Trabajar es en realidad un desafío para demostrar nuestras habilidades y sobre todo nuestra voluntad.
Sin embargo, la idea de transformar las tareas cotidianas en un juego es tan antigua como la humanidad. “Lo que sucede ahora es que, gracias a la tecnología, convertir las tareas mundanas (desde las finanzas hasta el ejercicio físico) en tareas con un poco más de magia es más fácil que nunca”
Muchos tenemos la idea del trabajo como castigo, inclusive, “al parecer, la propia palabra “trabajo” viene de “tripalium“, que era un cepo o instrumento de tortura. Sin embargo, hemos de lograr que la actividad laboral llegue a ser un espacio de crecimiento personal, de relación fructífera y gozosa con los demás”.
