QUE NO QUEDE EN INTENCIONES
Mario Góngora H.
Muchos podemos tener múltiples intenciones para el año nuevo y normalmente solo quedan en eso, en intenciones.
Pero a estas alturas, la mayoría sabe cuáles son sus principales aptitudes. Algunos pueden hacer su mejor trabajo por medio de la palabra. Pueden tratar y resolver muchos de sus asuntos poniendo siempre la palabra adecuada en su respectivo lugar, ya sea oralmente o en lo que escriben. Otros son más eficientes en el manejo de los objetos materiales; pueden armar y desarmar una máquina , pero les es difícil decir verbalmente cómo lo hicieron. Muchos otros tienen talentos artísticos como en la música o la pintura. Otros más son diestros en organizar y diseñar estrategias adecuadas.
El ejemplo de Napoleón Bonaparte es clásico: Intentó alcanzar la fama como escritor todavía muy joven, a los 17 años, pero para cuando tenía 24 se dio por vencido, y escribiéndole a su hermano José le dijo: ”Ya no tengo la pequeña ambición de ser escritor”. De no ser por la crítica que recibió, el mundo hubiera tenido en él un escritor sin importancia en lugar de un singular militar.
¿Qué cualidades observamos en nosotros mismos, dejando a un lado la vanidad y el ego? ¿Qué personalidad tenemos? Si es fuerte, podemos hacer uso de la imaginación con más facilidad, tener tacto; el saber, el entusiasmo, la bondad y el valor, son partes también de nuestra personalidad. Por ejemplo, el artista ve los colores primarios, que aún siendo tan pocos, con ellos puede producir combinaciones infinitas y trasladar al observador a otras dimensiones.
Mientras que en una persona se manifiesta la modestia, en otra se puede manifestar su ego y su soberbia. Cuando la modestia es auténtica se manifestará en lograr lo que nos propusimos para lograr durante el próximo año, y los que siguen. Generalmente tales intenciones se logran si hacer alarde de ellas. Los logros no se presumen ni se dan conocer por nuestras palabras, sino por nuestras obras.
El gran Leonardo da Vinci, quien buscando trabajo hablaba de sus propias cualidades y aptitudes ante Lorenzo el Magnífico, decía que era arquitecto, escultor, matemático y “su fiel servidor”….y finalmente agregó con humildad: “Y también algo puedo pintar”
La personalidad nos puede ayudar a cumplir con nuestras intenciones para año nuevo. En el arte hace que nuestras obras sean grandes, en la literatura hace que nuestros escritos sean dignos de leerse. En los negocios nos da los beneficios buscados; en nuestra persona nos permite adherirnos a programas de acondicionamiento físico, de una alimentación adecuada sana, y en lo espiritual nos abre la mente y el corazón para cambiarnos a nosotros mismos y ayudar a cambiar a los demás.
Todos podemos tener intenciones y aspirar a ser suficientemente fuertes internamente para guiar, no para seguir, para infundir nuestras ideas en los demás, en vez de ser estampados con la personalidad de otros. Lo que el hombre o mujer hacen, es la prueba de lo que realmente son.
