LA “HONESTIDAD” DE AMLO

LA  “HONESTIDAD” DE AMLO

Por

 Mario Góngora Hernández

No, AMLO no es absolutamente nada honesto. El solito se adjudica serlo pero todas  sus acciones lo distancian totalmente de serlo. Pero no nos sorprenda que a sus seguidores siempre les gusta adornarse con la más grande y amplia intensidad ambicionista.

La simple y sencilla honestidad de una persona lleva al ser humano a la perfección, si ésta se basa en una sincera y justa evaluación de uno mismo y  una constante obediencia a lo que uno ve, o siente que es lo correcto. Es lo que mantiene al hombre recto y le da la fuerza y energía para llevar una vida vigorosa y  activa. “Ningún hombre”, dijo Benjamín Rudyard, “está destinado a ser rico, o grande, o sabio; pero todo hombre está destinado a ser honesto…”

Pero el  propósito, el de la honestidad, debe ser inspirado por principios sólidos, cosa que al Presidente le faltan, y que deben llevados con una dedicación inamovible hacia la verdad, la integridad y la rectitud. Sin principios somos como un barco sin brújula, sujetos a perder el rumbo con el soplido del más leve viento. Lo vemos y lo sentimos hoy en día; es imperativo formar un frente ante el vicio, el desorden y el delito. Jóvenes, jóvenes no tan jóvenes y viejos dispuestos a todo por dinero o el poder; con deseos insaciables. Nuestras posesiones, aunque les parezcan poco a los demás, deberán tenernos totalmente satisfechos y parecernos plenas y completas.

La persona y sobre todo el político podrá ser un genio, pero no puede ser totalmente confiable…a menos que sea absolutamente veraz. Es esta cualidad, más que cualquier otra, la que le otorga la estima, la confianza y el respeto de los demás. Y AMLO es una de las personas más mentirosas del país. La cualidad dela verdad es la que le asegura a la persona la credibilidad. Es el cimiento de la excelencia personal y se demuestra en su conducta y en sus palabras. Convence  a otros de que es confiable.

Rohnda Byrne de Australia,‘descubridora’ de una nueva forma, por no decir el secreto para llegar al éxito, se adjudica que “en dos meses estudió a los grandes líderes del pasado, leyó cientos de libros y amasó incontables horas de investigación”. ¿Veraz y confiable?.

La rectitud es la verdad puesta en movimiento. Brilla a través de cada palabra y cada acción. Significa confiabilidad y convence a los demás de que se puede confiar en uno. Y así la confiabilidad es el resultado cuando uno dice conocer o saber de algo y lo sabe, o cuando uno dice que puede lograr tal o cual cosa, y la logra. El hombre llega a significar algo para el mundo cuando se sabe que se puede confiar en él.

En el mundo real, en la vida y en los negocios, no es el intelecto lo que realmente cuenta, sino más bien el carácter de la persona; no tanto su cabeza, sino su corazón; no tanto su genio, sino el auto control, la paciencia  y la autodisciplina.

Sentido común  y rectitud, inspirados por la bondad, se convierten en una auténtica sabiduría. Y podremos ser diferentes a otros en el sentido de que ellos tengan más dinero, bienes o mejores puestos que nosotros, pero no son superiores, si nosotros logramos con el carácter, y el comportamiento disciplinado, sobreponeros a nuestras debilidades.

No existe ninguna acción positiva o negativa en nuestra vida, por inocente que parezca, que no tenga una consecuencia a corto o largo plazo en nuestro camino. Y si somos honestos con nosotros mismos, en nuestra memoria viviremos con el orgullo de haber vivido con plenitud, intensidad y rectitud.