EL PODER DE CAMBIAR NUESTO FUTURO

EL PODER DE CAMBIAR NUESTRO FUTURO

Por

Mario Góngora H.

La incapacidad, y no la física, es la que nos lleva al fracaso.

Uno de los placeres más grandes en la vida es llegar a lograr nuestros objetivos por mérito propio y no por favores de los  demás, ni por accidente ni por herencia. El mundo nos ofrece a todos la oportunidad de distinguirnos. De hecho, todas las opciones y todos los caminos los tenemos abiertos, y ya es nuestra decisión cual opción tomaremos. Si alguien decide tomar el camino que parece más fácil, seguramente sus logros serán de ese tamaño. Si nos sentimos incapaces de lograr algo, no lo lograremos. Si estamos dispuestos a tomar el camino del cielo, no importarán ni los sacrificios ni los obstáculos. Existen muchos futuros posibles presentes para nuestra vida. Cada futuro está en estado latente hasta que lo despertamos. Todos apenas estamos definiéndolo y así cada uno de ellos está frente a nosotros. ¿Qué futuro decidimos experimentar? ¿Cuál es el mejor sendero?

Los grandes premios de la vida son para los que han sido entrenados en los fracasos y las privaciones y que tienen la suficiente tenacidad para seguir adelante después de pensar que ya todo estaba perdido. El universo nunca ha simpatizado con los tímidos ni los faltos de iniciativa. El mérito es de los que están luchando en este momento por hacer cosas útiles, el que equivoca y corrige sus errores, el que no se da por vencido.

Podemos ser testigos del futuro con nuestras elecciones presentes. Podemos elegir qué profecía futura vamos a vivir. Con un pequeño cambio en el presente, podemos afectar todo el curso de nuestro porvenir,  para bien  o para mal.

En estos tiempos toda persona, hombre o mujer, puede hacer lo que otro hace, pero quien recibe  las grandes recompensas no es el que hace algo solamente bien, sino el que lo hace mejor que los demás. El futuro lo diseñamos y lo formamos, haciendo todo lo que hacemos en el presente, con una entrega total personal absoluta. Hacer algo tan bien como cualquiera ya no es suficiente. Las mejores recompensas quedan reservadas para los capaces de hacer “lo imposible”. Y para hacer lo imposible, “lo que no se puede”, se necesitan habilidades distintas a las de los demás.

Para cambiar nuestro futuro, debemos entender que las necesidades son cambiantes. No se trata de solo ponerse ropa a la moda, sino tener la actitud, la iniciativa y la energía de hoy, no la de ayer; la experiencia y habilidad que hoy son necesarias para lograr los cambios para el futuro.

El secreto final para modificar el futuro (y no seguir igual que como estamos) no está en utilizar solamente nuevos métodos ni solo usar las nuevas tecnologías, sino en la forma de pensar y de sentir por parte de todos. El manejo científico del futuro requiere de un cambio mental adecuado. Muchos tenemos imaginación pero divagamos por donde no se aprovecha.  Tenemos que ser AMBICIONISTAS.