EL VERDADRO ÉXITO
Por
Mario Góngora H.
Para cada uno de nosotros “éxito” pude significar diferentes cosas. Muchos pueden pensar que es el resultado de ser más ‘tranzas’ que otros, con una suficiente falta de escrúpulos, pero la experiencia universal es que las reglas del orden y la honradez deben siempre estar presentes y que el que no las respeta tendrá que sufrir las consecuencias. Para otros, éxito significa tener poder, pero más que todo, dinero. Si lo que deseamos es ese pequeño éxito llamado dinero, sepamos que se alcanza solamente por medio de un trabajo intenso, dedicado, honrado y perseverante. Si se obtiene por medios ilícitos, no podemos llamarlo éxito.
Otra versión de éxito es simple y sencilla: es ser sincero, bondadoso, compasivo, tolerante, enemigo de lo vulgar; capaz de inspirar amor desinteresado; saber ser valiente a pesar del miedo y compasivo a pesar del peligro y la ira; es el tener la capacidad de evitar la miseria y el aburrimiento por medio del trabajo y de la energía interior; es intentar ser bueno sin presumirlo. Es tener fe en Dios, en el prójimo y en uno mismo.
Esta nueva versión de éxito contempla el hecho de que éste no se alcanza por ser alabado, ni poderoso ni rico, sino por tener la conciencia tranquila.
Los que fracasan más miserablemente para alcanzar el éxito en la vida, son los que más le temen al fracaso, los que piensan que su vida se medirá por el dinero que logren acumular. En realidad, el éxito en la vida es lo que el hombre es, o lo que puede ser, y no es accidental: tiene su psicología y sus leyes que son aplicables lo mismo a los ignorantes que a los estudiados. Es como una enorme escalera de infinitos escalones, que se inicia donde estamos parados. Pero cuando el deseo es desmedido, en lugar de subir escalón por escalón, queremos brincar los más posibles, lo que generalmente causa nuestra caída.
Cuando nos mantenemos dentro de un orden establecido, concluimos que podemos llegar al éxito no por lo que otros piensen de nosotros, sino por lo que hacemos y somos.
Solo podemos llegar al éxito, no cuando nuestra cuenta bancaria sea obesa, sino cuando hemos desarrollado las facultades con las que nacimos y fuimos dotados, y hemos contribuido no solo al bienestar de nuestro hogar, sino al del prójimo. Hacer algo bueno por alguien es el mejor medio de plantar, cultivar y cosechar la felicidad.
La ´nueva’ versión de éxito contempla que solo existen dos cosas para redimir al mundo: el amor y el trabajo.
Éxito es comprender la naturaleza humana, es estar con ella, no contra ella. Es amarla, no condenarla. Hay ambiciones más altas y dignas que gobernar un estado, que obtener premios y reconocimientos e infinitamente mejores que el dinero.
Poder sonreír durante toda la vida a pesar de problemas, pérdidas, fracasos y a pesar volvernos viejos, es la verdadera versión de éxito.